“Una pluma quería llegar a ser lápiz, poder escribir y volar en el papel.
Pero luego se dio cuenta que le pedía al papel que la lleve nuevamente al cielo” S.B.

La pluma y las aves irrumpieron en mí crear.
Se puede entender que las plumas están relacionadas con la levedad, la movilidad, el equilibrio, el vuelo y la felicidad. Y las alas como la libertad. Esas maravillosas plumas contienen cañones y venas entrelazadas que les otorgan fuerza a las alas para emprender su vuelo, pueden ser de colores vistosos para un elegante cortejo. Las aves son el símbolo del pensamiento e imaginación; así en estas obras van surgiendo aves de alto vuelo simbolizando la pasión espiritual, otras que proporcionan la virtud del discernimiento.
Para los egipcios, el signo pluma significaba “trazador de todo”; la pluma es también un símbolo del estudio y del intelecto; se puede entender que marca nuestro destino sobre la hoja blanca de la vida. Veo a la pluma en estrecha relación con la escritura, con el arte, y un claro reflejo que las une a los humanos. Según San Gregorio, las plumas simbolizan la Fe y la contemplación. La pluma es para escribir, representa el Verbo. Tal vez como se creía antiguamente están dotadas de poderes mágico.

Por todo ello realizo esta oda a la pluma, mi mensajera en la creación, mi compañera en el trazo presente como lápiz, buril y gubia.